Oración de madres

El grupo de Oración de Madres (‘Mothers Prayers’) surgió para ayudar a aquellas madres que deseaban rezar juntas por sus hijos y nietos, y darles el apoyo que necesitaban. Nació en Inglaterra en 1995 y ya existen miles de grupos en cerca de 100 países alrededor de todo el mundo.

Su origen está en dos abuelas, Verónica y su cuñada, Sandra, que se sintieron llamadas por el Señor para comenzar ‘Oración de Madres’, rezando de un modo muy especial por sus hijos. Sintieron que debían entregar al Señor todo el dolor y las preocupaciones que tenían por sus hijos  y confiar en sus palabras: “Pedid y se os dará”. Esta promesa, les hizo comprender que nuestro Señor está siempre a la espera para librarnos del dolor, consolarnos y bendecir a nuestros hijos cuando acudimos a él con fe. 

Durante las reuniones, cada madre puede compartir sus preocupaciones sin temor a que algo de lo dicho pudiera repetirse fuera de la reunión, porque se guarda una estricta confidencialidad. Las otras madres le apoyan con su oración. También sentirá el apoyo de miles de madres alrededor del mundo, que también forman parte de “Oración de madres”.

En las reuniones, utilizamos nuestro libro especial oraciones (traducido ya a más de 40 idiomas), aunque también hay un tiempo para la oración espontánea. Nos reunimos alrededor de una mesa en la que colocamos:

  • Una cruz evocando a Jesús, nuestro Redentor
  • Una vela, simbolizando que Él es la Luz del Mundo.
  • La biblia, que nos recuerda que Él es la Palabra Viva.
  • Un pequeño cesto al pie de la cruz, preparado para recibir los discos de papel con los nombres de nuestros hijos (un disco por hijo), como símbolo de nuestra intención de entregarlos al cuidado de Jesús. 

Durante estos años hemos recibido numerosas y maravillosas respuestas a nuestras oraciones, desde cosas sencillas a otras mucho más llamativas, incluyendo hijos que dejaron las drogas, o regresaron a casa después de años de ausencia; o mejorías en la salud y en las relaciones, tanto familiares como en la escuela.

Anímate a formar parte de esta experiencia preciosa de intercesión por las personas que más queremos. Pregunta por nosotras en el despacho parroquial.

Si quieres leer el testimonio de su fundadora pincha aquí.

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