Bienvenida a Mons. Avendaño Perea

Querida familia del Pilar:

Damos gracias a Dios, Padre misericordioso, que nos ha regalado en D. José María Avendaño Perea, hasta ahora vicario general y para el clero de la Diócesis de Getafe, un obispo auxiliar. Le encomendamos a la protección de Nuestra Señora del Pilar, patrona de nuestra parroquia.

A continuación transcribimos las palabras de nuestro Obispo diocesano, D. Ginés García Beltrán, con motivo del nombramiento de D. José María Avendaño Perea como Obispo auxiliar de Getafe:

Getafe, 30 de septiembre de 2022

Queridos diocesanos:

Con gran alegría os comunico que el Papa Francisco ha nombrado a Mons. José Mª Avendaño Perea, Vicario General y para el Clero de nuestra diócesis, como nuevo Obispo Auxiliar. Lo recibimos con los brazos abiertos como el que viene en el nombre del Señor.

Desde la marcha de D. José Rico Pavés a la diócesis de Asidonia Jerez pedí al Santo Padre la ayuda de un obispo que pudiera colaborar conmigo en la tarea del pastoreo de esta diócesis de población muy numerosa, llena de vida y de actividad pastoral; una diócesis con muchos retos presentes y futuros. Ahora el Sucesor de Pedro nos envía como Obispo Auxiliar a D. José María, sacerdote de nuestro presbiterio, que ha sido testigo privilegiado del camino de esta Iglesia particular desde su creación, hace más de 30 años.

El nuevo Obispo Auxiliar conoce como pocos esta diócesis, ha sido colaborador cercano de los tres obispos residenciales de Getafe, cercano también a los sacerdotes, y entregado al pueblo de Dios, con una dedicación especial a los últimos de la sociedad. Muchos de vosotros sois testigos de esto, y así lo he podido comprobar por el afecto que les profesáis. Ahora D. José María seguirá sirviendo a esta Iglesia de otro modo, lo hará en el ministerio episcopal, como sucesor de los apóstoles, en comunión conmigo y con esta iglesia a la que ama con todo su corazón.

El Directorio para el ministerio pastoral de los obispos nos recuerda que “el Obispo Auxiliar, que es dado para conseguir más eficazmente el bien de las almas en una diócesis demasiado grande o con un elevado número de habitantes, o por otros motivos de apostolado, es el principal colaborador del Obispo diocesano en el gobierno de la diócesis. Por esto, considere éste al Obispo Auxiliar como hermano y lo haga partícipe de sus proyectos pastorales, de las medidas y de todas las iniciativas diocesanas, a fin de que, en el recíproco intercambio de opiniones, procedan en unidad de propósitos y en armonía de empeño” (n. 70) Con este espíritu recibo y abrazo a este hermano en el episcopado que hoy me regala, nos regala, el Señor. La presencia de un nuevo Obispo Auxiliar nos permitirá estar más presentes en los distintos lugares y momentos de la vida diocesana.

    Os invito, queridos diocesanos, a recibir al nuevo Obispo con todo el corazón y a rezar por él y por su nuevo ministerio. Podemos decir con el salmo. “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. Esta alegría brota de corazones creyentes que reconocen la misión apostólica, presencia viva del Señor en la iglesia y en el mundo. No tengo dudas de que el ministerio del nuevo Obispo Auxiliar entre nosotros será una gran riqueza, adornada por su profunda vida espiritual, por las raíces de una familia cristiana en la que ha nacido y crecido, y por un pueblo que quiere seguir al Señor en este lugar y en este tiempo.

Bienvenido D. José María a tu casa; te recibimos como enviado del Señor para que nos pastorees con la Palabra y el ejemplo.

Encomiendo nuestra Iglesia diocesana y al nuevo Obispo Auxiliar a la intercesión de la Virgen María, Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de la diócesis.

Con mi afecto y bendición.

+ Ginés García Beltrán, Obispo de Getafe

También transcribimos las primeras palabras de Mons. Avendaño tras darse a conocer la noticia de su nombramiento:

Getafe, 30 de septiembre de 2022
Fiesta de san Jerónimo

Queridos hermanos y hermanas de mi querida diócesis de Getafe.

Querido don Ginés, hermano en el Episcopado, pastor de esta diócesis de Getafe que desde que llegó se fio de mí y me incorporó a su gobierno como Vicario General y Vicario para el Clero.

Queridos hermanos y amigos sacerdotes, diáconos, religiosos, consagrados, laicos; querido Pueblo santo de Dios con el que camino día a día.

En primer lugar, doy gracias a Dios que me ama con amor infinito y al Santo Padre, el Papa Francisco, por haber confiado en mi persona nombrándome Obispo Auxiliar de la diócesis de Getafe.

Gracias emocionadas por su amor incondicional a mis padres Cándido y Jorja, a mis hermanos Andrés, Jorja, Jesús, Cándido, a mi familia, a mis amigos y a todas las personas que llevo en el corazón.

Doy gracias con un recuerdo entrañable a nuestro primer Obispo don Francisco José Pérez y Fernández Golfín, a su sucesor don Joaquín María López de Andújar, y a mis predecesores como auxiliares en Getafe, don Rafael Zornoza y don José Rico.

También mi agradecimiento a mis compañeros sacerdotes con los que trabajo diariamente anunciando el Reino de Dios.

Soy consciente de que he aceptado esta tarea, con temor y temblor, contando siempre con la inigualable y necesaria ayuda de la gracia de Dios, la maternal intercesión de la Virgen María y de todos los Santos.

Un servicio como sucesor de los Apóstoles para ayudar y ser “auxilio” de Don Ginés, nuestro Obispo diocesano en el pastoreo de esta Iglesia que camina en sinodalidad.

Como sabemos, “Los Obispos puestos por el Espíritu Santo ocupan el lugar de los Apóstoles como pastores de las almas y juntamente con el Romano Pontífice y bajo su autoridad son enviados a actualizar perennemente la obra de Cristo, Pastor eterno. Ahora bien, Cristo dio a los Apóstoles y a sus sucesores el mandato y el poder de enseñar a todas las gentes y santificar a los hombres en la verdad y apacentar” (Ch D n1). El Obispo es miembro de la Iglesia que ha recibido la plenitud del sacerdocio ministerial por el sacramento del Orden, sucesor de los Apóstoles y pastor encargado del gobierno de una diócesis y el Obispo Auxiliar es el asignado a un Obispo ordinario para que le ayude en el gobierno de la diócesis. Es por ello que, humildemente y con fuerza, pido vuestra sincera oración a Dios.

Pido al Señor que haga cada día de mí un Obispo, hombre de oración, que está llamado por Jesús para quedarme con Él, y por ello, “delante del sagrario aprenda a confiarme en el Señor”, porque es ahí donde encontraré mi fortaleza y mi confianza.

Pido al Señor ser un hombre de anuncio, convocado a ir y anunciar el Evangelio, entre las calles de nuestra diócesis como Jesús, llevando su nombre donde no se le conoce, donde es desfigurado, cerca de los pobres y necesitados, lejos de la comodidad e instalación, lejos de las seguridades mundanas.

Pido al Señor ser un hombre de comunión, llamado a cimentar y cuidar la fraternidad y la comunión con los fieles de esta diócesis de Getafe. Quiero vivir pobre en posesiones y rico en relaciones, afable, paciente, caritativo, misericordioso, humilde y abierto en este mundo que
Dios ama tanto.

Quiero ser y vivir como hijo de la Iglesia, poniéndome a su servicio consagrando a ella todas mis energías y mis desvelos.

Como lema episcopal he escogido: “Caritas et humilitas”, (Caridad y humildad), pues así lo pongo en vuestro corazón y en el Corazón de Jesús. Que Dios me ayude y Nuestra Señora de los Ángeles me proteja bajo su amparo.

José María Avendaño Perea, +Obispo Auxiliar Electo de Getafe